Café Barón surge por la crisis del ladrillo, a finales de 2013, nos quedamos en paro, decidimos reinventarnos y nos lanzamos de lleno a la piscina. Sin tener la más mínima idea de este negocio montamos una cafetería en el centro de Valencia. El 4 de marzo de 2014 inauguramos un local inicialmente más enfocado al tema de la bollería, nos enfrentamos a nuestras primeras fallas con ilusión y cero experiencia, y obviamente terminamos al borde de un ataque de nervios. Pronto los clientes nos hacen marcar un nuevo rumbo, tostadas, bocadillos y menú diario sano para oficinas y despachos.
Llevamos 7 años en funcionamiento, hemos aprendido a base de golpes, de mucho esfuerzo y de ponernos siempre en el lado del cliente, pensando los que nos gustaría a nosotros y olvidando la parte empresarial, escandallos y demás historias, de ahí quizás que hayamos conseguido salir adelante y tengamos un público fiel que viene a desayunar o comer y está tan cómodo como en casa. No sabemos que nos deparará el futuro, si sobreviviremos al Covid, pero las ganas de seguir adelante, apostando por un trato personalizado, cuidando los detalles y la calidad, no las vamos a perder nunca.
